lunes, 8 de febrero de 2021

Las elecciones de EE.UU. de 2020-2021: Biden contra Trump



En Estados Unidos no siempre el que gana más votos se convierte en el nuevo Presidente. Entonces vamos a ver cómo funciona el sistema electoral en EE.UU.

La elección presidencial es indirecta, es decir que la población no va a elegir directamente al Presidente. Los ciudadanos registrados para votar eligen a su presidente a través del Colegio Electoral. Este organismo está formado por 538 grandes electores (100 senadores -2 por cada estado-, 435 representantes de la Cámara de Diputados -asignados por la población residente de cada estado- más 3 representantes del distrito de Columbia -Washington-) que son ciudadanos elegidos por los partidos políticos. Entonces los ciudadanos votarán una lista donde se colocan los grandes electores que anteriormente habían expresado su preferencia . El número de grandes electores de cada estado es proporcional al tamaño de su población. El que gana más votos en un estado se queda con todos los Grandes Electores de ese determinado estado. Hay dos excepciones: Maine y Nebraska. Estos estados dividen sus votos en función de la proporción de votos que cada estado obtenga. Pero son estados pequeños y con pocos votos electorales.




Para ganar el candidato necesita 270 votos de estos grandes electores (la mitad más uno). Los principales partidos son: el Republicano (tradicionalista y conservador, identificado por el color rojo) y el Democrático (azul). Hay algunos estados que en los años fielmente le dan su voto a un partido u otro. Pero hay otros estados que son considerados “indecisos” y que es difícil predecir quién ganará hasta finalizado el recuento. Por eso, en la campaña electoral, los candidatos se concentran en esos estados llamados estados péndulo o swing. Ganar en esos estados es fundamental a la hora de definir el ganador de las elecciones.

Unas semanas después, aunque ya se conoce al ganador, los miembros del Colegio Electoral se reúnen y votan por el candidato que más votos obtuvo en su estado. Ellos no están obligados por ese candidato pero hubo muy pocos casos (nunca fueron decisivos) en los que votaron por el otro candidato y fueron etiquetados como “electores infieles”.

Desde 1845 las elecciones en Estados Unidos se celebran el martes después del primer lunes de noviembre porque era un país prevalentemente agrícola y este mes parecía el mejor momento para votar.

En los últimos años este sistema electoral ha sido muy criticado porque hay quien lo considera injusto porque dicen que no refleja la voluntad de la población. Pero cambiar este sistema sería un proceso legislativo muy largo porque tendrían que modificar la Constitución.

En estas elecciones de 2020 ganó Joe Biden con 306 grandes electores y 81.283.485 votos (51,4%) contra 232 y 74.223.744 (46,9%) de Donald Trump.



Ahora os contamos un poco de historia. ¿Por qué las elecciones se hacen así?

Su origen se remonta a finales del siglo XVIII, cuando se fundó Estados Unidos. En esos tiempos era imposible hacer una campaña electoral dado el tamaño del país y los medios de transporte diferentes a lo de hoy. Cada estado buscaba defender sus intereses y temían, también, que la gente votara por su candidato local y así los grandes estados tendrían más peso y poder. Por eso los padres fundadores rechazaron la elección del Presidente del Congreso y la elección por voto popular directo. En 1804 entró en vigor en la Constitución la duodécima enmienda que introdujo el actual sistema que explicamos antes.

El 6 de Enero de 2021 un gran grupo de fanáticos de Trump invadió el Capitolio para protestar contra la nominación de Biden como nuevo presidente de Estados Unidos. El ataque provocó la muerte de 4 personas, el vicepresidente Mike Pence fue evacuado y los miembros de las dos cámaras tuvieron que refugiarse mientras el edificio entró en un cierre de emergencia. La insurrección encabezada por unos extremistas fue calificada como un verdadero intento de golpe de Estado. Lo más grave de todo es que este ataque fue una consecuencia directa de un vídeo publicado por la página Twitter de Trump, que afirmaba: “Nunca vamos a reconocer la derrota”. En ese mismo discurso, deslizó la posibilidad de caminar hasta el Capitolio para presionar a representantes y senadores para que rechazaran el triunfo de Biden. Sus seguidores le hicieron caso y hacia allí se dirigieron. Además, lograron atravesar sin ninguna dificultad el cordón policial que custodiaba el edificio, lo que demuestra una falla en el sistema de protección de un establecimiento tan importante, así como la corrupción de algunos policías, que no hicieron nada para evitar este asalto. De hecho en muy poco tiempo los manifestantes violentos rompieron las ventanas e ingresaron al edificio.

No vamos a retroceder” es el mensaje que le dejaron escrito a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en un papel sobre su escritorio.

Después de cuatro horas, el Capitolio volvió a estar seguro y los senadores siguieron con la certificación de los votos para Biden. El vicepresidente Mike Pence condenó lo sucedido, afirmando que la violencia nunca gana. Mientras tanto Trump había escrito un tweet que justificaba los violentos altercados, diciendo que “esto es lo que pasa cuando se les quita la victoria a los patriotas”. Finalmente, siempre a través de sus redes sociales, publicó un vídeo donde invitaba a sus seguidores a volver a sus propias casas, y se despidió diciendo: “Los amamos. Son muy especiales”.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, anunció un estado de emergencia durante 15 días, hasta el 21 de Enero, el día siguiente al “Inauguration Day”, el día del nuevo presidente, Joe Biden.



Twitter

Después de los altercados por parte de los seguidores de Donald Trump, que irrumpieron el miércoles en el Capitolio donde se estaba votando para certificar el triunfo electoral de Joe Biden, Twitter suspendió permanentemente la cuenta en la red social del presidente saliente Trump, su red más favorita. ¿Por qué? “Riesgo de mayor incitación a la violencia” argumenta Twitter, en referencia al asalto al Congreso. El líder norteamericano acusó Twitter de no respetar la libertad de expresión y manifestó que no será “silenciado”, de hecho, después un par de horas de la suspensión, el presidente mandó un mensaje desde la cuenta de @POTUS, reservada para la presidencia de Estados Unidos. En unas publicaciones después borradas por Twitter él decidió cargar contra la red social por “silenciarlo” y anunció la creación de una plataforma propia.


En efecto a todos los altercados que sucedieron en los últimos días, la mayoría demócrata en la cámara baja de los Estados Unidos planea acusar el próximo lunes al presidente.

Aunque una condena a Trump en el Senado el 20 de enero ya no conseguiría destituirlo, los demócratas decidieron que el juicio incluya su inhabilitación para su futuro cargo político.






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